Vivimos tiempos emocionantes. Nuestra estrecha visión acerca del mundo que nos rodea demuestra una y otra vez estar absolutamente errada. ¿Qué argumento me lleva a sacar tal conclusión? ¿Qué experiencia puede cambiar tan radicalmente nuestro paradigma existencial?
Sucede que hace muy pocos días, a quien escribe estas palabras le fue concedido el imprevisto honor de conversar con un personaje, cuanto mínimo, singular. Se llama Meck, es una persona chiquita de Ciudad Chiquita y tiene mucho para contar.
El contacto, sin embargo, no fue azaroso y fue posible gracias a la labor de Lara Puga, artista de nuestro suelo. Lara realiza, según sus propias palabras, "grabados y dibujitos" y quizás su sensibilidad haya sido el elemento clave para traer a la superficie la existencia de Meck y sus aventuras. Resulta que Lara y Meck son amigxs. "No conozco mucha gente chiquita pero los que conozco son una masa" asegura, y agrega "yo me hice amiga de Meck porque tiene mucha cabeza".
En alguna ocasión previa al encuentro en torno al cual giran estas líneas, Lara me dio la pauta que a Meck lo corre la necesidad de conocer y entender todo lo que pueda del mundo. Esta persecución se torna en aventura en cada visita de Meck a Ciudad Gigante, que es el nombre del mundo que conocemos, precisamente, lxs gigantes.
Esta cuestión de tamaños y perspectivas se volvió muy interesante cuando pude sentarme a conversar con Meck en persona. Sentí fundamental hacer participe a la audiencia de Boombox de aquel mágico encuentro, por lo que le realicé algunas preguntas...
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| Registro del encuentro con Meck |
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Ya que te considero un viajero inquieto, ¿querés contarle al público de dónde venís y hacia dónde vas?
Hola público, yo soy Meck. Vengo de Ciudad Chiquita. Me convencieron de que para triunfar en la vida me tenía que dar a conocer, contar las emocionantes cosas que me pasan todos los días. Así que ahora me dedico a responder preguntas a diestra y siniestra.
¿Hacia dónde voy? Bueno, ahora, lo que se dice ya, no estoy yendo a ningún lado. Quizás mañana vaya a hacer unas compritas y es más, si el día está lindo aprovecho y me aventuro a descubrir mi propósito en la vida, que hace rato que lo vengo postergando.
Es una pregunta que a esta altura se ha hecho varias veces ya, pero siempre con diferentes respuestas. ¿Cómo estás pasando la pandemia?
A los chiquitos la pandemia no nos afecta gran cosa. Esos son asuntos de gigantes. Claro que yo igual estoy muy bien informado porque miro las noticias. ¡Una locura! Increíble eso de los murciégalos. Yo no tenía idea de lo que estaba pasando en Gales y que haya afectado así a tantos gigantes. Me imagino que debe ser un cambio de paradigma importante tener que acostumbrarse a vivir con un solo ojo.
¿Qué pensás del amor entre personas de todos los tamaños, en tiempos de COVID?
¿Covid? ¿Así le dicen ahora? Mirá, yo te diría: Mejor tarde que nunca y mejor sólo que mal acompañado. Esas, creo yo, son las premisas de un amor seguro, libre y gratuito. La clave está en diferenciar tarde de nunca y sólo de mal. Claro que bueno, la primavera en el amor parecería ser el momento perfecto para salir corriendo de los pensamientos sensatos.
¿A qué actividad le dedicas tus días?
Me gusta tomar mates y mirar el cielo. Todo lo que hago aparte de eso es un truco para hacer que el cielo parezca más grande y el mate más rico.
Teniendo en cuenta al público que está leyendo esta nota ¿Te molesta que las miradas se posen sobre tu persona?
Antes no me gustaba. Las miradas me confundían. ¿Qué pensarán de mí? Me preguntaba. ¿Se estarán riendo de mi cabeza de huevo? ¿Se estarán burlando de mi pullover andrajoso? A veces he llegado a flashear miradas de amor a primera vista, que aunque suene a algo hermoso es un concepto bastante confuso.
Ahora ya no me molesta tanto. Si alguien se ríe de mí me alegra saber que mi cabeza de huevo sirve para sacar sonrisas y si flasheo amor a primera vista, me alegro de seguir teniendo todavía esa capacidad de soñar.
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Me gusta tomar mates y mirar el cielo. Todo lo que hago aparte de eso es un truco para hacer que el cielo parezca más grande y el mate más rico.
Teniendo en cuenta al público que está leyendo esta nota ¿Te molesta que las miradas se posen sobre tu persona?
Antes no me gustaba. Las miradas me confundían. ¿Qué pensarán de mí? Me preguntaba. ¿Se estarán riendo de mi cabeza de huevo? ¿Se estarán burlando de mi pullover andrajoso? A veces he llegado a flashear miradas de amor a primera vista, que aunque suene a algo hermoso es un concepto bastante confuso.
Ahora ya no me molesta tanto. Si alguien se ríe de mí me alegra saber que mi cabeza de huevo sirve para sacar sonrisas y si flasheo amor a primera vista, me alegro de seguir teniendo todavía esa capacidad de soñar.
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| El mapa del mundo de Meck |
Para quien quiera conocerlo también, pueden dirigirse a su cuenta de instagram. Si lo ven, le mandan mi saludito, ¿si?
